Encontré una hogaza grande; no sabía de quién era, pero me pertenecía. Encontré a una puta triste. Me besó, y sus labios sabían a chocolate. Me pertenecía. Encontré una ilusión del pasado: una con ojos grandes y tiernos, y acompañados por una sonrisa. Ya no me pertenecía. Nunca me perteneció. Encontré el ardor que la sal nunca dejó en mis heridas. Encontré el dolor que jamás dejó en mis córneas el sol con su luz. Me gustan los besos suaves, el sexo salvaje y las golosinas. Me gusta escuchar cantar a los pericos al atardecer. Me gusta estar solo y besar putas tristes. Me gusta recordar el pasado y escupirlo. Me gusta comer pan con agua de panela caliente. Me gusta fumar cigarrillo en mi habitación. Me gusta dormir mientras sudo como caballo. Me gusta levantarme tarde y masturbarme. Me gusta masturbarme pensando en ti, en ella y en nadie. Me gusta sorber la sopa y bailar a solas. Me gusta mirar mis tatuajes y cortar mi bar
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