1 Salía de un evento de pintura erótica, de cerveza, de aromas a sexo y de poesía muerta. No tenía rumbo, destino, compañía y mucho menos motivación alguna para continuar la noche buscando placeres o bebiendo cerveza. Acá se manifiesta mi obsesión por el café cuando digo que, si de bebidas amargas se trataba, quería llegar a casa y calentar un poco del mismo para beberlo a solas en mi cuarto. Llegando a una esquina para tomar un taxi compré un cigarrillo marca Jet, me quedé de pie junto al vendedor para sentirme con algo de calor, y todo sucedía mientras esperaba que hubiese disponible un taxista. Era arriesgado subirse a un taxi a esa hora, y más por esa zona y con el aspecto que llevaba yo con mi sombrero viejo de cincuenta mil pesos. -Oye, disculpa, eres Franco, ¿verdad? -irrumpió ella en mi silencio, en mi noche, en mi humo y en mi vida. Eran los ojos más hermosos que podía encontrarme en esa etapa de mi vida, y más con la obsesión que tengo con esas miradas tan dulces qu
La descripción de este "Barril de la Puta" merece más de 500 caracteres (aunque no valga nada), por eso los invito a buscar una entrada llamada "Descripción del Barril".
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