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Mostrando las entradas de junio, 2022

¡GOL!

«Te siento cuando pienso en aquellos olvidados momentos.  No me sientas cuando reprimas tus verdaderos sentimientos.  Te siento cuando no encuentro el porqué de estar alejados.  No me sientas cuando pienses en lo mucho que no nos hemos amado».   Escribir un poema de amor lleno de rosas, chocolates y emociones, me parece aburrido. Ahora sólo quiero escribir acerca de lo que nos lleva a gastar docenas de condones; acerca de esos momentos ácidos, alejados de la moral, que me hacen pensar en tu alma desnudar para tu corazón colonizar y tu cuerpo disfrutar.    «Antes escribías bello,  causabas en mí mil cosas  que me hacían pensar en ti  de una manera muy hermosa.    Ahora únicamente se me pasa por la cabeza  ese insaciable deseo tuyo,  esa magnífica belleza   que haces con tus labios  al pasarlos por mi nuca,  mientras tus manos aprietan fuerte  como rompiéndome la espalda.    Y tu pene...  Ese pene que no cae  y que me señala rencoroso,  que apunta con firme convicción  queriendo apuñalar

FUEGO

No se le pueden pedir sonrisas al olvido, y menos si está vivo. La felicidad proviene de la ignorancia, de lo vivido, del pasado, de lo nuevo y del miedo. Las sonrisas son hojas secas que pisamos, son gotas de rocío congeladas. Sonreír y coquetear con la muerte y con el dolor. Una sonrisa sincera es un beso que nos regala el corazón. Los ojos de una dama son su mejor atributo.  Desnudar tu mirada, contemplar tus labios e imaginar tu alma, no son más que pasos para imaginar la felicidad ahora. Si son las 8:20 en tu rostro, mi esencia se estremece. Eres una lágrima que un poeta mece y mece, pero que jamás se adormece. Ver tu llama tornándose negra y dejando a un lado el brillo de tus ojos olvidando que eres vida, destroza y acribilla. Cuando la muerte pisa el césped verde y lleno de paz, no lo marchita. Cuando la muerte contempla una orquídea florecer no la asesina. Cuando la muerte te ve llorar, llora contigo. Cuando yo te veo llorar, mi alma llora y se ahoga en lamentos. Ser humano es

ESE SOY

Soy ese tipo de persona que agradece con escritos, nada más. No tengo un helado, un favor, un algo. Sólo tengo mis letras. Sólo agradezco así. Si me haces un favor, agradeceré con ellas. Soy como aquel artista que agradece con pinturas, esas hermosas pinturas. Las palabras mías no se equipararán jamás a las pinceladas de aquellos. Agradezco con esto, únicamente esto. Por ayudarme con un enlace, por ayudarme con una razón, por ayudarme con lo que sea. Agradezco con esto. Pobre, pero de quien lo ha merecido; poco, pero eyaculado por mi agradecimiento. -Bogotá, 2016- Nodier Vallejo

ERES UNA PUTA

¡Eres una puta!  P –U – T- A  ¡PUTA! ¡PUTA! ¡PUTA!  ¡¿Por qué mierda tienes que cobrarme por lo que me regalas con tu cuerpo?!    No se le llama puta a alguien porque sí.  Yo lo hago a quien cobra por sus servicios sexuales;  a quien espera algo a cambio del dulce, dulce,  dulce sabor de su excitación.    Tú lo haces, chica,  no paras de hacerlo.  Me pides,  me exiges cumplir ese deseo,  y yo,  no quiero complacerlo pero,  tampoco quiero perderlo.    No quiero perder tus dones,  no quiero perderte a ti.    Tras cada noche;  tras cada derroche;  tras cada sueño;  tras cada explosión de risas  causadas por la gracia,  la infinita gracia que nos causa el escurrir nuestras pantaletas;  tú, incansablemente  me pides que te ame,  que lo haga siempre;   que sólo así estarás incondicional a mi lado.    ¡Me estás cobrando lo que me estás dando!  ¡Me estás perturbando!  ¡Me estás confundiendo!    Yo te amo, chica.  Eres lo que encontré sin buscar,  lo que llegó sin esperar,   la que me hace moja

¿ERES UNA PROSTITUTA?

¿Eres una prostituta? Me pones a pensar. Haces que mi mente comience a divagar, suponiendo mil cosas que quiero confirmar pero que al final,   ninguna de ellas es verdad.   Por más que lo ames jamás permitas que te trate así. No es tu trabajo darle placer; aunque creas que hace parte de tu intención de amarlo, hay muchas cosas que puedes hacer, muchas más para demostrarlo.   Si vales más que él no debes estar a su bajo nivel.   ¡Eres más que eso!   ¡Eres una mujer! No eres una vagina plástica   de esas que se compran en una sex shop, vibradora y elástica, para bajar el calor.   Aunque una doncella de la calle pueda ser noble, no permitas que te trate así. ¡No permitas que su banal encanto tu carácter y dignidad doble!   -Bogotá, 2015- Nodier Vallejo

ELLA

«¡Oiga! ¡Usted! ¿Comparte un tabaquito?». Yo no tenía cigarrillos en ese momento; acababa de fumarme el último tras dejarla a ella sana, libre, segura y confiada en su aposento. Él me dijo: «¡Fresco hermanazo! Yo le gasto uno. Fumemos juntos y desahóguese como si su madre misma lo estuviera aconsejando en su regazo.». Así comenzó todo. Recuerdo perfectamente que el tipo siempre fumaba; él siempre estaba presto y atento para hablar conmigo, el loco ese era un buen amigo. Le conté cómo había estado, varias veces, a punto de perder por enésima vez en esa semana a la más maravillosa mujer, y sólo por no ceder, por no dar mi brazo a torcer. «¡Ahhh!» Se me escapan los suspiros. Cada vez que en ella pienso siento que fluyo y soy yo mismo, siento que me inspiro. Ella es ella, sobra decir más. Ella es bella, dulce y atenta; ella me escucha, me apoya Y siempre de sexo está sedienta. ¡Ella es perfecta! Aquel chiflado me escuchaba y me decía botando humo por su boca  llena de sutil sátira y de sin

DROGA

Miro por la ventana de mi cuarto, veo drogadictos.  Miro por otra ventana de mi casa, veo más drogadictos, unos perros, unas niñas, unas locas.  Voy al baño, orino, sacudo mi pene, me limpio las manos.  Voy a la cocina, veo los termos del café que son mis hermanos.  Sirvo una taza inmensa de café, me voy a mi cuarto.    Apago la Nintendo, apagó el televisor, apago mi mente.  Pongo a sonar una canción de Andrés Correa,  Se llama "Medias Nueves".    Suena en mi cabeza ese ritmo suave, esa voz suave y excitante, esa fantasía de la canción.    Bajo las cortinas, me acuesto en mi cama.  Se apodera de mí la imagen de esa dama.   Me levanto para configurar el reproductor de Windows,  Quiero que la canción se repita junto a "Estúpido",   también de Andrés Correa.    Me vuelvo a acostar y me dejo llevar.  Suena "Estúpido" y se salen algunas lágrimas de mis ojos.    Lloro otro poco.    Me quito el saco que llevo puesto. No se hagan imágenes erróneas, no soy apuesto.

DEVORAR

  Ella me mira, me susurra algo, se muerde los labios. Yo me acerco, aflojo mi correa, acomodo mi sexo, que está duro. Ella pide amor y romance, yo estoy que reviento; ella pide orgasmos de a montones, yo se los daré; ella quiere que mis uñas dejen mi excitación tatuada en sus nalgas, yo haré que las yemas de mis dedos sometan a su punto G. Yo la voy a complacer. Hoy, como siempre, ando sexual; como lo dice la gente, las personas que me leen. Respiro, camino, me acerco, mi corazón palpita fuerte, mi sexo florece, mi voz vibra, mi mano se estira, mis piernas se preparan. Ella se desnuda. Ella se huele. Qué rico olor, qué rico sabor, Ella se quita el panty, ella arroja su panty a mis pies, ella se acerca a mí, ella pone su cola en mi sexo, ella acomoda mis manos en sus senos, ella mueve su cuerpo, ella me suplica que la haga gritar. ¡Qué momento! Mi sexo a reventar, mis manos a masturbar, mis caderas a embestir, mis brazos a abrazar fuerte, mis labios a explorar, mi lengua a penetrar. Su

UNA CARTA PARA MAMÁ

  Verónico siempre fue un niño gentil y amable. Amaba los chocolates, las frunas, los turrones y los trocitos de panela. Recogía monedas del suelo para guardarlas en un cofrecito de papel maché que elaboró en un taller artístico del barrio donde vivía, ¡vaya que tenía suerte para encontrar al menos 2 moneditas de 50 pesos por semana! Tenía 12 años y aprendía cosas nuevas para hacer favores y poder ahorrar una monedita de más cada vez. Como vivía con su abuelita, la cuidaba por las noches al llegar de sus aventuras por las calles bogotanas.  Un día al salir del colegio, doña Camila le regaló unos tenis viejos para que corriera sin miedo de tropezarse. Verónico estaba tan feliz que ese mismo día aprendió a hacer goles. Esa semana fue al parque del barrio y durante los partidos casuales que surgían por diversión, cobró 200 pesos por cada gol que le pedían hacer. Las ganancias al final de la semana fueron de 1.700 después de una panela que le compró a su abuelita para que preparara café. E

ADIÓS, VIEJA SILLA

La barba crece cada día un poco más. Los músculos duelen más comúnmente. Las cervezas ya no me saben tan amargo y los cordones de mis zapatos nunca están desatados. Reemplazo las risas generadas por las caricaturas por profundos pensamientos analíticos y deprimentes. Busco entre el lodo del cajón un diente que perdí. El lubricante para sexo lo uso para masajes en el cuello. Follar se convierte en un acto físico de pliegues de piel sudada. Envejezco lentamente y ya no es igual mi labor en el mundo. El techo se cae lentamente sobre mis ojos y mi cabeza no deja de brillar. Caminando por las calles, como siempre, es que veo mi realidad. Ese niño jugando en la tierra se convierte en la verdad que dice que quisiera regresar en el tiempo, para solamente existir y ser feliz. Pero la vida no es fácil para el cerdo que nació para convertirse en chorizo. Ser carne o ser pan da igual. El mundo te devora si no eres el burgués que pone el mondadientes en la cima del platillo. Ni el café te mantendrá